Cargados con energía, comienza otro día en Corporales. Pero a los monis les pasa algo, no mueven ni los codos ni las rodillas y se están volviendo amarillos… solo puede significar dos cosas, hepatitis o que hemos aterrizado en Legoland.

Ha sido un día repleto de emociones, la mañana parecía presentarse tranquila, después de ordenar las habitaciones tuvimos la oportunidad de conocer a nuestros nuevos compañeros, los piojos!!! esperemos que no se acostumbren.

Menos mal que no es la primera vez que pasa, y armados con moños, pañoletas, gorras, vinagre y árbol del té decidimos entrar en batalla.

A continuación, compartimos con el pueblo de Corporales la Eucaristía. Preparada por los diferentes grupos de catequesis, hemos disfrutado de un ratito con Dios al lado de quienes en estos días está siendo nuestra familia.

Por la tarde, tuvimos que superar unas pruebas para conseguir materiales con los que construimos verdaderas obras de ingeniería. Fueron calificadas según su belleza, originalidad, y por supuesto, sometidas a un ensayo de resistencia donde fueron precipitadas por el balcón.

Después de cenar, empezó la velada. Nos pusimos bien guapetes porque tocaba noche de casino y juego. Alguno se arruinó a los 10 minutos, pero con un poco de música nos montamos un fiestón.

Nos despedimos de vosotros , con más ganas que nunca de meternos en el saco, después de un día intenso pero divertido. Un fuerte abrazo!