Ahora que ya estamos todos de vuelta en Madrid nos disponemos a contaros el cuento del último día.

La mañana del 14 de julio amanecieron los jefes enanitos antes de hora y mucho antes que nuestros protagonistas para comenzar la ardua tarea de recoger todo el desastre causado por 14 días de diversión ininterrumpida. Cuando hubieron avanzado suficiente para lidiar además con 65 personas más correteando por todo el campamento despertaron a los pequeños protagonistas, que agradecieron dormir de más tras las andadas nocturnas del día anterior que con la emoción del final ninguno quería irse a la cama.

Solo levantarse les pusieron a ordenar sus maletas y vaciar sus cuartos. Pero entonces sintieron hambre, así que todos se dirigieron al comedor dispuestos a desayunar, en el comedor rezaron una oración exprés dirigida por nuestro Padre Alberto y disfrutaron del último rato de calma en Corporales.

La recogida acabo en tiempo y los buses llegaron a su hora, una mañana de diez. Antes de subirse al autobús tuvieron la primera despedida, dos protagonistas que no ponían rumbo a Madrid.

El autobús de los pequeños sufrió varios altercados debidos a Las curvas. El de los mayores por su parte fue en completo silencio, todos cayeron dormidos. En Valcarce pararon como de costumbre a comer y a atiborrarse de dulces comprados en la gasolinera.

La segunda parte del viaje fue más acelerada, todos estaban internamente divididos entre querer llegar y ver a sus familias y no querer que el campamento se acabase.

Lo demás ya no forma parte de este cuento, así que colorín colorado Corporales’25 se ha acabado.

De parte del equipo de monitores gracias por estos maravillosos días y por los niños tan buenos que tenéis. Os esperamos a todos con los brazos abiertos el año que viene.

Un abrazo muy grande y feliz verano a todos.

P.D.: Os dejamos aquí las fotos de los equipos que nos olvidamos de subir el Día 13