Hola a todos, está mañana ha empezado a toda velocidad, hoy no podíamos retrasarnos, ¡que se nos estropeaban los tomates! Según nos hemos levantado hemos ido todos rapidisimo a la capilla. Allí nos ha hablado Jesús sobre la sede, el lugar en el que se sienta el que preside en el templo. Hemos reflexionado sobre la importancia de seguir al “director de orquesta” para formar todos en conjunto una melodía, la importancia de tener claro que respondemos ante alguien que aunque tiene la misión de llevarnos de forma ordenada, no es perfecto y puede equivocarse.

Después de desayunar nos hemos dirigido a las responsabilidades y a preparar las mochilas ¡nos vamos a las Médulas!

El viaje en bus ha sido un poco más largo de lo esperado, pero más de uno ha aprovechado para echarse una siesta reparadora. Al llegar nos hemos encontrado con un excesivo calor, pero entre los pulverizadores y una pequeña reducción del recorrido hemos sobrellevado la situación de la mejor manera posible. Por suerte nos ha dado un respiro la sombra en la que nos hemos tomado el bocata. 

El bus de vuelta ha sido mucho más animado, con música constante y todos los niños cantando, se ha ido calentando el ambiente hasta la hora del partido. 

Al llegar nos hemos encontrado con la sorpresa de que nuestro coordinador había preparado todo en la sala de juegos para ver el partido, con palomitas, decorados, pintura de cara, proyector… ha sido muy emocionante vivir el partido todos juntos. Aunque no nos hubiese venido mal darnos una duchita antes, ha tenido que esperar al final, nadie quería perdérselo. Y menos mal, porque ha estado muy ajustado hasta el último momento, lo que ha hecho más dulce la victoria.

Después de la ducha, ya más tranquilos después de todas las emociones del día hemos ido a cenar, con la suerte de que tocase pizza.

Por fin ha llegado el momento de usar los tomates que hemos recogido esta mañana. ¡Para venderla en el mercado de la plaza! Pero hemos llegado a los puestos en los que los habíamos dejado y estaba todo destrozado. Nunca habíamos tenido problemas dejando el puesto desatendido en este pueblo, conocemos bien a todo el mundo y confiamos en ellos, por eso no pensamos que fuese un problema cuando decidimos dejarlo montado antes de irnos a las Médulas. ¡Menudo desperdicio! Anda la gente del pueblo tirándose nuestros tomates y gritando Tomatina, nombre que han dado a este acto vandálico. Por suerte, entre todo el caos de nuestros destrozados puestos, hemos encontrado un papelito que nos han dejado los culpables. Lo malo es que está todo manchado de tomate, así que nos está costando mucho trabajo leerlo. Ha sido la misión de los niños encontrar a los rebeldes para hacerles pagar por sus actos. Las culpables han resultado ser nuestras novatas, pero nos hemos asegurado de que paguen por sus actos. La policía de Corporales ha actuado.

Este larguísimo y muy emocionante día termina con todo el campamento encomendandonos a nuestra madre.

¡Feliz Tomatina a todos y hasta mañana!